Ante las equivocaciones, una reacción rápida es la solución. Así lo predica el ?economista camuflado? Tim Harford, economista reconvertido en comunicador que acaba de publicar su último libro, ?Adáptate?. En él pretende dar respuesta a los grandes conflictos a los que se enfrenta el mundo actual ?del terrorismo internacional al calentamiento global ? mediante el clásico método de prueba y error, una doctrina que es aplicable tanto al ámbito profesional como al mundo de la empresa.
En la presentación de la obra ha explicado como del sector de la ciencia y la tecnología ha aprendido que todo se reduce a ?experimentar, fracasar y seguir intentándolo? y esa filosofía del esfuerzo subyacen en las páginas de este ?Adáptate?. Entre las principales lecciones que podremos obtener de su lectura está el saber que ?para hacer nuevas cosas y tener éxito hace falta tener mucho valor, ya que la gente a nuestro alrededor no quiere cambiar las cosas, tiene miedo a fracasar porque incluso los pequeños fallos causan una mala impresión. La gente que realmente consigue hacer cosas de relevancia no tiene miedo de cometer errores, de cargar con pequeños o grandes fracasos?, reseña este colaborador de confianza de medios como Financial Times o BBC.
En definitiva, se trata de sobreponernos a las situaciones, introducir cambios que son más que necesarios en el actual contexto y echarle valor al día a día. El mundo ?parece decir Harford? es de los valientes y ahora es el momento de tener osadía y salir al ruedo. Más de uno habrá pensado por qué no se ha contado ?y se cuenta ahora- con profesionales y expertos como Harford para no caer en los mismos errores, especialmente en una situación tan delicada como la que estamos pasando este año.
Su presencia en España la hemos aprovechado para preguntarle qué aconsejaría a nuestro país, al próximo Gobierno. Harford es rotundo: ?Aquí existe un problema. El próximo Gobierno debe ser inteligente y hacer dos cosas: por un lado, una restricción del gasto público que sea creíble a largo plazo; por otro, se podrían realizar pequeños experimentos con políticas de estímulo, quizá no en todo el país al mismo tiempo, sino sólo en determinadas ciudades. Se trata de experimentar a pequeña escala y ver qué ocurre?.
¿Tomarán nota los próximos dirigentes? Todo está por ver?
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